El aislamiento térmico mediante paneles sándwich de EPS se basa en las propiedades únicas de los núcleos de espuma de poliestireno expandido (EPS) para minimizar la transferencia de calor, convirtiendo estos paneles en un pilar fundamental de la construcción energéticamente eficiente. La estructura de celdas cerradas del EPS crea millones de pequeños bolsillos de aire que atrapan el aire, un mal conductor del calor, reduciendo la conducción y la convección. Esto resulta en bajos valores de conductividad térmica, típicamente entre 0.030 y 0.040 W/(m·K), garantizando un aislamiento eficaz en una amplia gama de temperaturas. El núcleo de espuma está ubicado entre materiales rígidos en las caras externas (acero, aluminio o compuestos) que mejoran la estabilidad estructural actuando además como barreras adicionales al flujo de calor. El desempeño térmico se optimiza aún más con el espesor del panel, siendo los paneles más gruesos (100 mm o más) los que ofrecen mayores valores R, ideales para climas fríos. La capa continua de aislamiento creada por los paneles sándwich de EPS elimina los puentes térmicos comunes en la construcción tradicional, donde el calor se escapa a través de elementos estructurales como los montantes. Esto reduce la pérdida de energía hasta en un 30 % en comparación con estructuras no aisladas o mal aisladas. En climas fríos, los paneles retienen el calor interior, reduciendo los costos de calefacción; en climas cálidos, bloquean el calor externo, disminuyendo la demanda de refrigeración. Una instalación adecuada con juntas selladas previene la infiltración de aire, manteniendo un desempeño térmico constante en el tiempo. Para certificaciones de edificios sostenibles como LEED o BREEAM, los paneles sándwich de EPS contribuyen a los créditos de eficiencia energética, mientras que su durabilidad asegura un desempeño prolongado del aislamiento, convirtiéndolos en una elección sostenible para reducir la huella de carbono en edificios residenciales, comerciales e industriales.