Un marco estructural metálico es la columna vertebral de una edificación metálica, proporcionando el soporte esencial para paredes, techo y cualquier carga adicional, garantizando estabilidad y durabilidad. Construido principalmente con acero de alta calidad, a menudo galvanizado para resistir la corrosión, estos marcos están diseñados para soportar diversas tensiones ambientales, incluyendo cargas pesadas de nieve, fuertes vientos y actividad sísmica, lo que los hace adecuados para diversas regiones geográficas. Los marcos de edificios metálicos suelen ser preingenierados, lo que significa que se diseñan y fabrican fuera del sitio según especificaciones precisas, asegurando uniformidad y reduciendo el tiempo de construcción en el lugar. Los diseños comunes de marcos incluyen sistemas de claro libre, modulares y de marco rígido. Los marcos de claro libre ofrecen un espacio interior sin obstáculos ni columnas de soporte, ideales para almacenes, hangares de aeronaves o talleres grandes. Los marcos modulares consisten en secciones repetitivas que pueden expandirse fácilmente, mientras que los marcos rígidos proporcionan una fuerza excepcional para estructuras más grandes. El proceso de fabricación implica cortar, soldar o atornillar componentes de acero para formar vigas, columnas y cabrios, los cuales luego se ensamblan en el sitio mediante tornillos o soldadura. Esta ingeniería precisa asegura que el marco pueda soportar el peso del envolvente del edificio (paredes y techo), así como cualquier carga adicional como sistemas de climatización, iluminación o entrepisos. En comparación con los marcos tradicionales de madera, los marcos de edificios metálicos ofrecen una durabilidad superior, resistiendo pudrición, plagas y fuego, y requiriendo un mantenimiento mínimo durante su vida útil, que suele ser de 50 años o más. Su naturaleza liviana reduce los requisitos de cimentación, disminuyendo los costos generales de construcción. Para edificios comerciales, industriales, agrícolas o residenciales construidos con metal, la calidad del marco impacta directamente en la seguridad, longevidad y rendimiento de la estructura, convirtiéndolo en un componente crítico de cualquier proyecto de construcción metálica.