Un establo ventilado es una estructura agrícola especializada diseñada para mantener una calidad del aire y una temperatura óptimas para el ganado, promoviendo la salud, productividad y bienestar animal. La ventilación adecuada es fundamental en las instalaciones ganaderas, ya que regula la humedad, elimina gases nocivos (como el amoníaco proveniente de los excrementos), reduce los patógenos en el aire y previene el estrés térmico, especialmente en climas cálidos o durante los meses de verano. Estos establos incorporan elementos de diseño estratégicos para facilitar la circulación del aire, incluyendo ventanas de techo a lo largo de la cumbrera, aberturas laterales e, incluso, sistemas mecánicos como ventiladores o extractores. La ventilación natural se basa en el efecto de chimenea, mediante el cual el aire caliente asciende y sale por las ventanas de la cumbrera, atrayendo aire fresco y frío a través de las aberturas inferiores laterales. Esto crea una corriente de aire continua que mantiene un ambiente interior constante. En regiones con temperaturas extremas, se integran sistemas de ventilación mecánica para complementar el flujo de aire natural, con ventiladores ajustables que pueden controlarse según la temperatura, la humedad o la hora del día. El diseño de un establo ventilado se planifica cuidadosamente para asegurar que todas las zonas reciban una ventilación adecuada, incluyendo las estaciones de alimentación, las áreas de descanso y las zonas de manejo de excrementos. El suelo suele tener una pendiente para facilitar el drenaje y evitar el agua estancada, que puede incrementar la humedad. Además, la altura del establo está diseñada para permitir una adecuada circulación del aire, con techos más altos que favorecen una mejor dispersión del calor. En el caso del ganado lechero, mantener un ambiente bien ventilado se relaciona con una mayor producción de leche, ya que las vacas sometidas a estrés térmico comen menos y producen menos leche. El ganado de carne también se beneficia de una reducción del estrés y del riesgo de enfermedades. Priorizando la calidad del aire, los establos ventilados contribuyen a prácticas sostenibles de ganadería que ponen el acento en el bienestar animal mientras optimizan la productividad.